El Nacimiento de AlcheMoms: Transformando la maternidad a través del Amor Propio

Es apenas mediodía. Estoy sentada en el suelo de mi casa, sosteniendo en brazos a mi bebé de unos meses mientras llora desconsoladamente. Mi otra hija, de dos años, se aferra a mi ropa entre sollozos. Ambas me necesitan, pero yo estoy paralizada. Mi corazón late descontrolado, marcando el ritmo de un pánico que amenaza con ahogarme.

El aire se vuelve pesado, cada respiración es una lucha. Un nudo en el pecho apenas me deja inhalar. Mi mente se inunda de pensamientos caóticos, mientras cada sonido se amplifica, volviéndose insoportable. Entonces llega la ira, una furia que se siente como una ola de calor brotando desde lo más profundo de mi ser, amenazando con desbordarse.

Casi en piloto automático, coloco a mi bebé en su cuna y con cuidado retiro las manitas de mi hija mayor de mi ropa. Corro al baño, cierro la puerta con seguro y, al hacerlo, la ira finalmente explota. Mis gritos retumban en las paredes y los golpes reflejan la desesperación que me consume. Al otro lado de la puerta, mis hijas lloran, y la culpa, el miedo y la vergüenza me envuelven como un torbellino.

Amor y Compasión: El Inicio del Camino

En esos momentos oscuros, sentí una mezcla abrumadora de emociones. Hubo días en los que pensé que mis hijas estarían mejor sin mí. Anteriormente, escuchaba historias de madres que habían cruzado límites trágicos con sus hijos y las juzgaba con dureza, incapaz de entender cómo una madre podía llegar a tales extremos.

Pero hoy, después de experimentar en carne propia los desafíos de la maternidad, veo a esas madres con empatía y compasión. Ya no me pregunto cómo pudieron hacer algo así; ahora me pregunto qué las llevó hasta ese punto. Nadie nos enseña cómo navegar la avalancha emocional que trae consigo la maternidad.

Aunque tuve la suerte de no cruzar esa línea, sé lo cerca que estuve. Sin embargo, mi historia tomó un rumbo diferente. Encontré la fuerza para levantar la mano, aunque temblara, y pedí ayuda. Mi esposo me brindó su apoyo, y con guía médica y los recursos adecuados, comprendí que no estaba sola ni rota.

Ha sido un camino lento y difícil, pero paso a paso transformé esa ira en un amor profundo hacia mí misma y mi familia.

¿Por Qué AlcheMoms?

AlcheMoms nació de esa lucha interna y del proceso de descubrir que, para ser una mejor madre, primero necesitaba ser compasiva conmigo misma. La maternidad no es un camino que se recorre en automático. Requiere pausas, autocuidado y herramientas que nos permitan navegar las emociones difíciles sin perdernos en ellas.

Este proyecto es para ti, mamá que se siente abrumada, que grita y luego llora con culpa. Para ti, que te preguntas si fuiste hecha para ser madre. Para ti, que te cuestionas si esta era la vida que querías y sientes que luchas en soledad.

AlcheMoms es un espacio de acompañamiento, un lugar para recordarte que no estás sola y que esos sentimientos no te definen. No se trata de normalizar la ira ni el resentimiento, sino de reconocerlos como señales de que algo necesita cambiar. Es un llamado a mirar hacia adentro con amor y curiosidad, en lugar de juicio.

Transformando la Maternidad, un Momento de Amor Propio a la Vez

En AlcheMoms no ofrecemos soluciones mágicas ni caminos perfectos. Ofrecemos un recordatorio constante de que el amor propio es la base para una maternidad más consciente y plena. Aquí encontrarás recursos, meditaciones y herramientas para cuidar de ti, porque sé que cuando estás bien contigo misma, puedes estar mejor para tus hijos y tu familia.

Cada día es una nueva oportunidad para transformar el cansancio en gratitud, el enojo en compasión, y el caos en pequeños momentos de paz. Este proyecto nace desde lo más profundo de mi corazón, con la intención de acompañarte en tu camino de transformación. 

Porque la maternidad no se trata solo de criar hijos, sino de reconocernos a nosotras mismas en el proceso.

Bienvenida a AlcheMoms, donde cada paso hacia el amor propio es un paso hacia una maternidad más consciente y significativa.


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